Tal y como dije el sábado en la Gala del Circuito Café Teatro, yo nací en San Marcelino y es un orgullo.
Recuerdo aquel San Marcelino de los años 80 y 90, aquel San Marcelino en el que en lugar de un Bulevar había un campo de fútbol, donde se jugaban partidos que yo veía desde el balcón del comedor de mi casa. Aquel San Marcelino de jugar al balón con mis amigos Javier, Juanjo y Manolo en los parques gemelos, usando las vallas de los negocios cerrados como porterías. Aquel San Marcelino donde La Rambleta era un río de barro, que obligó a mi madre a comprarse unas botas de agua para poder llevarme a la guardería.
Hoy, por suerte, San Marcelino es un barrio que ha progresado mucho, y que por fin ha conseguido el Centro Cultural por el que la asociación de vecinos peleaba desde que yo tengo uso de razón. Y en ese centro cultural actuó un servidor el sábado, frente a mis padres y a otras seiscientas personas más, acompañado por genios de la comedia valenciana, que son los que me han enseñado todo lo que sé sobre hacer reir.Y fue una sensación espectacular.
PD : Los domingos en aquel comedor veía el CQC, y me alucinaba la seriedad de un señor que presentaba el "curso de ética periodística". También él estuvo en la Rableta el sábado :